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Los mitos que rodean a las cirugías plásticas son más comunes de lo que las personas piensan, por lo que nosotros como profesionales ya estamos más que listos para responder a cada uno de los que son comentados en las consultas de valoración y anterior a la preparación del paciente para la cirugía. Lo más importante es hacer sentir a la persona con toda la confianza que necesita para aceptar su transformación de la mejor manera.
Es por ello que cuando las mujeres se acercan buscando una vaginoplastia son muchas las historias que se pueden contar respecto a “verdades” que otras personas les han comentado sobre este tipo de procedimientos y por qué es mejor no pensar en corregir algún problema o deformidad en esta zona, pues según estos mitos las consecuencias resultan ser más complicadas de lo que se piensa. Es como dice un dicho por ahí: “Resulta más mala la cura que la enfermedad”
Pero la realidad es que los procedimientos bien llevados y por manos expertas no tiene por qué resultar con complicaciones ni resultados poco satisfactorios que les hagan perder alguna funcionalidad de sus órganos o incluso entorpecer su proceso de estética, que es una de las ironías más crueles de la cirugía plástica. Claro que todos jugamos un 10% de complicaciones pero no porque el profesional tenga la culpa, sino porque también se debe considerar que la naturaleza de cada uno de los cuerpos es única y diferente, así que por lo tanto las reacciones a los procedimientos serán muy variadas y no es posible ni ético garantizar nada.
Cuando una mujer acude a un cirujano para realizarse una vaginoplastia, realmente lo hace porque está buscando una solución definitiva a un problema estético que además le causa problemas funcionales, por así decir, pero que al ser una zona tan íntima y delicada genera cierta ansiedad en la paciente y mucho más cuando no está bien informada sobre lo que es realmente este procedimiento y de qué manera puede ayudarla a mejorar su condición.
La pregunta más frecuente para este tipo de cirugías es sin duda alguna si la mujer pierde alguna sensación en esa zona de su cuerpo, es decir, si luego de la operación su vagina tendrá menor sensibilidad y no podrá disfrutar plenamente de su vida sexual y la respuesta es un completo y rotuno NO. La cirugía en la vagina es una intervención que se realiza con el fin de hacer mejoras en este órgano del cuerpo más no de interferir en su funcionalidad directamente.
Una de las razones por las que se realiza una vaginoplastia tiene que ver con el exceso de tejido que tienen los labios menores que, luego de un embarazo, se estiran y quedan con piel colgante que resulta particularmente incómoda para la mujer, pues le genera muchos problemas para elegir y usar prendas ajustadas y esta sí es una razón que afecta su vida sexual, pues este exceso de tejido causa mucho dolor durante el coito o la penetración.
Por tanto la cirugía es la única que le permitiría a la mujer con esta condición, mejorar su estética, lucir las prendas que por la deformación no ha podido usar, recuperar la confianza en su cuerpo desnudo y por supuesto, mejorar sus relaciones íntimas. También vale la pena mencionar que esta condición puede presentarse por genética, es decir, que se desarrolla durante la etapa de crecimiento de la mujer o incluso puede ser un defecto de nacimiento. Aunque a veces no es posible determinar una única causa.
Esta deformidad muchas veces causa algo que medicamente se conoce como dispareunia, una aflicción que produce en la mujer dolor a la penetración y que por tanto dificulta la sexualidad. Ésta a diferencia del problema de labios menores es interna, por lo que los tejidos de la pared vaginal son los que reaccionan ante la fricción del pene al momento del coito. Pero lo más importante de todo es que ambas condiciones se relacionan entre sí, pues un estudio médico reveló que las mujeres que tenían una deformidad en sus labios menores, también podrían sufrir de dispareunia dado que el cuerpo tiene las dificultades exteriores para intimar, lo que causa la contracción muscular púbica (pubococcigea psicógena).
Es muy común, que en mujeres menopaúsicas se presente esta condición tanto interna como externa, por lo que el rejuvenecimiento vaginal le permite recuperar la funcionalidad que ha perdido en su órgano así como en la capacidad de disfrutar su vida íntima con la pareja, sin temor a sufrir nuevamente de dolor. Esto es un gran alivio para mujeres que además, llevan lidiando con esta condición por muchos años y que de hecho han tenido que renunciar a su relación, pues prefieren que esa persona pueda encontrar con quien compartir ese aspecto íntimo de sus vidas.
Así que como hemos explorado en este contenido, la Vaginoplastia no representa ninguna pérdida en la sensación o sensibilidad que pueda tener la paciente, sino todo lo contrario, es una forma de solucionar problemas funcionales y estéticos que le han causado grandes problemas para su vida cotidiana y por supuesto para su vida amorosa. Por ello si lo desea, la invito para que se acerque a mi consultorio y me cuente cuál es su principal inconveniente con esta área de su cuerpo, para poder hacer una evaluación de su caso, revisar cómo está su zona íntima y por medio de la cirugía encontrar la solución que siempre ha estado buscando.