La toxina botulínica tipo A, mejor conocida por su nombre comercial “Botox”, es una sustancia utilizada no solo para tratamientos cosméticos, sino que también se emplea para más de 20 tipos de afecciones.
Algunas de las enfermedades más graves que son tratadas con esta sustancia incluyen: estrabismo (fue el primer uso del fármaco), hiperhidrosis axilar (sudoración excesiva), distonía cervical (contracción de músculos del cuello), blefaroespasmo (espasmos involuntarios de los músculos), y cefaleas migrañosas entre otros.
Hoy en día se continúan haciendo pruebas para tratar otros tipos de padecimientos como: migraña crónica, afección de vejiga hiperactiva, etc.
Sin embargo, es un medicamento popularmente conocido por borrar temporalmente las líneas de expresión.
El medicamento se inyecta en varios músculos faciales, lo cual hace que se paralicen o debiliten los músculos que provocan las arrugas, ya que bloquea los impulsos nerviosos de las contracciones musculares. Los resultados normalmente tienen una duración de alrededor de 120 días, después de esto será necesario someterse a un retoque para evitar que las arrugas vuelvan.
El Botox contiene una toxina llamada Botulínica, esta es fabricada gracias a la proteína purificada de la toxina tipo A, la cual es solo una de las siete toxinas que produce la bacteria (clostridium botulinum) de la que se obtiene.
Esta toxina puede ser capaz de causar envenenamiento alimenticio si se consume en grandes cantidades y es potencialmente mortal, pero en pequeñas dosis ayuda tratar problemas o afecciones corporales.
En la actualidad, está muy de moda acudir a las fiestas de Botox, las cuales son realizadas en casas particulares. Puede ser una manera divertida de eliminar los signos de envejecimiento, pero es importante recordar que este tipo de procedimiento es muy delicado y tiene que ser supervisado por un cirujano plástico profesional, el cual te aplicará el Botox en un lugar estéril.
Si no se toman las precauciones necesarias al momento de aplicar las inyecciones de Botox, se pueden presentar efectos secundarios y muchos de ellos con consecuencias graves. Por lo cual recomendamos visitar la Clínica del Dr. Felipe Castro Esguerra para evitarlos.
Antes de poder aplicarle Botox a cualquier paciente, se deberá limpiar la zona con una solución antiséptica, esta puede contener betadine, para remover cualquier tipo de contaminante y dejar el rostro estéril. Se procederá a identificar los músculos faciales que provocan las arrugas que se quieren eliminar, para localizar el lugar exacto donde se realizarán las inyecciones.
El procedimiento.
El cirujano plástico introducirá un aproximado de treinta unidades de Botox en la jeringa, la cual tiene un diámetro no mayor de 0,5 pulgadas. Luego inyectará de cuatro a cinco unidades en cada sitio del músculo de la arruga y se repetirá el proceso a lo largo de las zonas afectadas dependiendo de las caracteristicas individuales de cada paciente. Para este tipo de procedimientos no se usa anestesia o algún otro agente entumecedor, lo cual puede hacer sentir al paciente unas leves molestias.
No hay un periodo de recuperación después de las inyecciones, como en otros procedimientos estéticos, así que el paciente se podrá ir a casa de manera inmediata.
Se recomienda mantener una posición vertical durante algunas horas para evitar la inflamación. La cara puede ser lavada de manera normal.
Este procedimiento no debe ser utilizado por mujeres embarazadas. Algunos de los efectos secundarios que puede llegar a generar son: rigidez facial, reacciones alérgicas, pequeñas magulladuras y/o sangrado, náuseas, sensibilidad excesiva, fiebre, fatiga, dolor de cabeza, ojos llorosos o picazón.
Entre los efectos colaterales más alarmantes se encuentran la caída del párpado y la parálisis facial, que tienden a desaparecen en aproximadamente de cuatro o seis meses. Estas inyecciones deben evitar hacerse en la zona de la ceja.
Si llega a presentar una reacción alérgica a la sustancia, es importante informárselo a su cirujano plástico. Si bien este tipo de respuestas son raras, no hay que descartar cualquier síntoma, que pueden incluir: picazón, urticaria, fiebre, vómitos, opresión en el pecho o dificultad para respirar. Si se presenta hinchazón en la lengua, garganta, labios o en la boca, sumado a problemas para respirar, busque ayuda médica.
La opinión de farmacéuticas y expertos médicos coinciden en que el Botox, sólo debe ser administrado por o bajo la dirección y autorización de un médico profesional licenciado y calificado.
Existen muchos cursos de capacitación disponibles para aplicar estas inyecciones por personas que no cuentan con la certificación necesaria, además en el mercado hay muchos tipos de Botox piratas, esto quiere decir que no contiene la toxina correcta y en su lugar pueden estar compuestos de una serie de sustancias que pueden ser nocivas para la salud.
En esto radica la importancia de acudir con un especialista; el Dr. Felipe Castro Esguerra, cuenta con todas las certificaciones necesarias, experiencia y el lugar apropiado para llevar a cabo este tipo de procedimientos. Visita cualquiera de nuestras dos clínicas en Bogotá y Bucaramanga y no pongas en riesgo tu salud e integridad.
Como dato curioso… en el mercado hay un nuevo tratamiento que está tomando mucha popularidad, este es el tratamiento de Botox capilar, que consiste en un método 100% ecológico para la restauración de cabellos dañados.
A pesar de que se le llama Botox, este está elaborado sin la toxina botulínica, pero se le nombra de esta manera por que se obtienen resultados muy similares al procedimiento estético facial.
Este procedimiento capilar no se inyecta directamente en el cuero cabelludo, sino que se aplica al pelo por medio de masajes y calor. Tiene el objetivo de reparar las fibras capilares dañadas, aumentando su densidad y dando como resultado una cabellera revitalizada. El pelo lucirá más brilloso y sedoso, facilitando el cepillado y peinado.
Se puede aplicar a cualquier tipo de cabello y además no se interpone con otros tratamientos que estés realizándole a tu cabellera. ¿Qué te parece?