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Cuando las personas desean mejorar su aspecto físico no dudan en realizarse intervenciones de tipo quirúrgico para obtener resultados positivos en esa parte del cuerpo que no les agrada, les acompleja o que no posee la armonía necesaria para que los individuos se vean atractivos. De igual manera son diversas las razones que llevan a que hombres y mujeres se sometan a los tratamientos y cirugías plásticas actuales.

¿Por qué es necesario someterse a una otoplastía?

Una de las cirugías que frecuentemente se consultan al Doctor Felipe Castro es la otoplastía, que es aquel procedimiento que consiste en corregir las imperfecciones de las orejas. Son muchos los sujetos que tienen que vivir con las burlas de los demás por la forma y tamaño que tiene esta parte de su cuerpo, o por alguna deformidad que tienen en éstas.

La otoplastía no solamente está destinada a corregir las orejas, sino que al final de todo el procedimiento hará que la persona se sienta mejor consigo misma y su autoestima aumente significativamente, con una mejor apariencia y una armonía correcta en el rostro. Las técnicas para hacer esta cirugía son varias y en la vida de quienes se decidan hacérsela representará un cambio innegable, que hará además que su rostro se vea más proporcionado.

Con esta intervención los pacientes pueden obtener múltiples beneficios entre los que se encuentran los emocionales o mentales, ya que las deformaciones en esta zona pueden generar complejos y falta de confianza que repercute en una baja autoestima. Es una de las intervenciones quirúrgicas más seguras en la cual se logra solucionar esos problemas estéticos tan incómodos que tienen los pacientes como: orejas demasiado grandes o pequeñas, orejas protuberantes, orejas ahuecadas, orejas dobladas o las conocidas como coliflor.

¿Por qué es necesario someterse a una otoplastía?

El principal beneficio de la otoplastía es el bienestar o la satisfacción que tiene el paciente por haberse sometido a esta intervención, puesto que los resultados son altamente favorables. Este procedimiento puede realizarse en personas adultas y pequeñas, aunque en niños se recomienda o se practica solamente después de los 5 años o a la edad de 7 años.

Una intervención de este tipo mejorará mucho la apariencia física de la persona que se lo realice, pero no se convertirá en una persona perfecta. Lo que se busca con esta cirugía es que las personas se sientan más seguras con su cuerpo y con la mejoría de su aspecto físico, así como una armonía conjunta con el rostro, especialmente para aquellos que han tenido que enfrentar las burlas, malos comentarios y críticas por el aspecto de sus orejas.

Son muchos los pequeños los que tienen que enfrentarse a las risas y miradas inadecuadas de sus compañeros por lo que su autoestima es baja, tienen una personalidad reservada, se vuelven introvertidos y tímidos. Es por eso que muchos padres con sus hijos toman la decisión de que se les realice este procedimiento para mejorar el aspecto de las orejas, así como del rostro y para que el bienestar de los pequeños mejore notoriamente.

El período de recuperación de la cirugía es breve, por lo que la mayoría de los pacientes pueden retirarse los vendajes 7 días después de la intervención, y con los debidos cuidados que el cirujano le dé a conocer; en un mes posterior a la otoplastia podrá retomar las actividades con normalidad sin dejar a un lado las recomendaciones de su médico.

Los resultados de este procedimiento son notorios después de que la inflamación baje, siendo observables a corto y largo plazo en la mayoría de los casos, por lo que los frutos de la misma son óptimos, ya que no se cambia la estructura de las orejas, sino que arregla esa parte y zonas que no eran armoniosas.

Con la otoplastia se pretende reposicionar la oreja que quedó abierta, para reformarla y ubicarla correctamente cuando existe alguna alteración en la misma. Las incisiones que se realizan en los oídos son pequeñas por lo que las cicatrices no serán visibles. Los cortes se realizan detrás de la oreja en el pliegue en aquel que no es notorio, y a través de esta se llega al cartílago y se realiza una sutura para lograr que el cartílago se pliegue para modificar correctamente y obtener de este modo la armonía que el paciente no tiene.

Cabe aclarar que no es una cirugía dolorosa, sino que es un poco incómoda porque se colocan unos vendajes especiales para que la oreja no se mueva y no se abra, mientras termina de cicatrizar. Es por eso que en ese proceso la persona pierde un poco de audición por las compresas y por no estar acostumbrado a la presión de éstas. Por lo general esta intervención es realizada con anestesia local, por lo que la recuperación es rápida y poco traumática, siguiendo las indicaciones del médico como: tomar los analgésicos y los antibióticos recomendados, así como evitar el sol y el esfuerzo físico en extremo.

No resta decir que este tipo de intervenciones por menor que sea considerada debe ser realizado por el profesional que esté completamente certificado y avalado para ello, así mismo el hospital donde se lo practicarán. Todos los datos que le otorguen puede verificarlos antes el Ministerio de Salud o de Educación para verificar lo que ha pasado.

A todos los interesados los invitamos a que se pongan en contacto con el Doctor Felipe Castro Esguerra para obtener toda la información pertinente sobre este procedimiento, así como los procedimientos estéticos que él en compañía de su equipo de trabajo realiza para mejorar la calidad de vida de las personas y que la autoestima sea la indicada.