Las obligaciones del día a día, las responsabilidades y el cuidado de la familia, son actividades que nos quitan mucha energía y tiempo, que en realidad no podemos recuperar tan fácilmente. Esto hace que nuestro cuerpo y sobre todo nuestro rostro sufra interminables modificaciones que nos hacen lucir cansados y apagados, cada vez con menos juventud y calidad de vida.
Es de vital importancia, sobre todo para las mujeres, conservar una piel lozana y un rostro bello, pues consideran que estos les abren muchas más posibilidades en diferentes aspectos como en el trabajo, el amor, las relaciones sociales, entre otras, lo que les permite desarrollar su personalidad y autoestima.
Es por esto que cada vez se suman más candidatas para la blefaroplastia, un procedimiento que realizado correctamente, logra devolverle a nuestro rostro esa energía y juventud que se ha perdido con el paso del tiempo. Este procedimiento busca refrescar el aspecto del rostro mejorando la piel que recubre nuestros ojos, que usualmente con los años va cayéndose, haciendo que nos veamos muy cansados.
Pero no solamente esta circunstancia es la culpable de la caída de nuestros parpados. Estos también descienden por la utilización constante de las pinzas depilatorias o del uso de la cera para remover el vello que sobra de nuestras cejas. El jalar constantemente nuestros parpados para poder lograr unas cejas perfectas, es de hecho, el factor más común de la caída de los parpados.
Para ampliar un poco más el concepto de esta intervención, podemos decir que se trata de un procedimiento que rejuvenece los párpados de los ojos mediante una mejora en los tejidos conocidos como perioculares. En algunos casos esta cirugía no se realiza con fines estéticos sino que también se hace para mejorar la calidad de vida del paciente, pues en ocasiones, los candidatos padecen de pérdida o disminución en su campo visual por causa de un exceso de tejido que no le permite abrir correctamente los ojos. Esta condición se conoce como dermatocalasia.
Para corregir está deformidad, se procede a realizar una incisión en el pliegue natural del ojo, lo que permite que se pueda manipular mejor la zona y no dejar ninguna cicatriz visible. Se deriva en caso de ser necesario, a remover la grasa interna, pero teniendo en cuenta que no puede eliminarse por completo, ya que se causaría otro tipo de lesiones al paciente. En este caso, la blefaroplastia permite que los ojos puedan recuperar el campo visual perdido y una apariencia más joven.
Por lo general estas son condiciones que se presentan en los parpados superiores; sin embargo, los que se encuentran en la parte inferior de nuestros ojos también sufren cambios que deben ser considerados como motivo para realizar una blefaroplastia.
Uno de ellos considera la laxitud de las fibras tensoras que provocan estos cambios; la grasa orbitaria que se encuentra dentro de la órbita se desplaza hacia adelante lo que causa que se formen las llamadas “bolsas” en nuestros ojos, dando lugar a la aparición de líneas de expresión y arrugas que causan un envejecimiento prematuro en nuestro rostro. Además esta condición también puede generar un mal funcionamiento en los lagrimales.
Para esta cirugía se deben tratar las “bolsas grasas” mediante la reducción de estas o la recolocación de las mismas. En ambos casos se pueden hacer incisiones en la piel que puede ser un procedimiento externo o interno, en donde se trabaja con la vía transconjuntival. Está ultima posee grandes beneficios para el paciente, incluyendo la ausencia de cicatrices visibles, una recuperación con tiempos más cortos y una práctica más segura ya que entra directamente a corregir el problema.
Cualquiera que sea el procedimiento que se realice, tiene una duración mínima de 30 minutos, en los casos menos complicados y un tiempo máximo de 2 horas cuando la intervención busca corregir una condición más severa. Los cuidados básicos para una mejoría mayor y la eliminación de hematomas o morados, van desde la aplicación de frío en la zona afectada hasta la estadía en casa para evitar que los cambios del ambiente puedan afectar el resultado de la cirugía. La recuperación total puede variar de 3 a 6 semanas y la desaparición de las marcas o cicatrices se da durante los 6 a 8 meses.
La blefaroplastia puede ser realizada por un cirujano Plastico; primordial es encontrar el profesional más adecuado para usted. Pero nuestra recomendación es elegir siempre el que tenga experticia y testimonios de éxito para cada uno de los procedimientos. El Dr. Felipe Castro Esguerra es uno de los cirujanos plásticos que realiza este tipo de intervenciones. Cuenta con una amplia experiencia lo que le permite perfeccionar día a día sus técnicas de intervención y con el aval de las asociaciones de cirugía que controlan y vigilan la práctica de sus profesionales.
Adicionalmente en su página web puede encontrar diversos testimonios de pacientes que han decido realizarse cirugías pláticas y que cuentan su experiencia personal y los maravillosos resultados que han obtenido gracias a las buenas prácticas del cirujano.
Dentro de las personas que ha atendido en consulta y cirugía, hay una amplia cuota de pacientes extranjeros que han viajado al país debido a las excelentes recomendaciones que han recibido de amigos o allegados. El profesional se encarga de su atención desde que bajan del avión hasta que se conocen personalmente. Por eso cuenta con la seguridad de poder viajar sin ninguna complicación.
Sea una blefaroplastia o cualquier otro de los procedimientos que realiza el Dr. Felipe Castro dentro de su portafolio de servicios, le garantizamos los mejores resultados, siempre con el acompañamiento del profesional quien velará por su salud con sus propias manos.