Mirarse al espejo y sentirse cómodo y seguro con la imagen que está delante de nosotros, es un aspecto realmente importante para nuestra autoestima; desde áreas tan pequeñas como los ojos, la nariz y las orejas, hasta partes de nuestro cuerpo como los senos, el abdomen y los glúteos, tienen gran importancia a la hora de asumir que estamos contentos con nuestro físico. Por ello, hoy hablaremos de la solución estética más efectiva para corregir la forma de nuestras orejas: la Otoplastia.
Este procedimiento se realiza cuando los pacientes no están conformes con el tamaño y forma de sus orejas. Muchas veces son características asociadas a la herencia familiar, ya verán que es frecuente escuchar: “Es que así son las orejas de mi papá y abuelo, es una cuestión de familia”. La persona puede manifestar descontento con esta condición ya que esta parte de la cara puede ser muy pequeña o demasiado grande en comparación con el tamaño del rostro.
Otro de los aspectos que más causa molestias al paciente con respecto a la forma de sus orejas, es que estás pueden estar muy separadas del cráneo lo que causa que la persona tenga un aspecto gracioso, sometido a todo tipo de burlas por ello. Sobre todo cuando son niños los que tienen esta condición y soportan comentarios poco amables en su escuela o colegio. Debido a esto, es uno de las intervenciones realizadas con mayor frecuencia en los niños, ya que se puede llevar a cabo a partir de los 5 años.
La Otoplastia que realiza el cirujano Felipe Castro Esguerra, brinda una solución efectiva que logra corregir estas “deformidades” haciendo que el rostro del paciente tenga una mayor armonía y simetría, lo que le permite obtener la aceptación por parte de sus pares, que resulta en una mejoría considerable de la autoestima. De acuerdo a las condiciones médicas del paciente es posible realizarla con anestesia local y tiene un tiempo de recuperación realmente corto en comparación con otras cirugías estéticas.
Para realizar una intervención de estas el paciente debe asistir a consulta con su cirujano, con el fin de aclarar dudas o inquietudes sobre el procedimiento y determinar cuáles son las mejoras que se quieren lograr, como resultado de esta cirugía. Dependiendo de estas necesidades que expresa el paciente se hace una incisión que permita exponer el cartílago de la oreja con el fin de mejorarlo dándole la forma deseada. Posteriormente se procede a suturar el área y comenzar con el otro lado procediendo de la misma forma. Al finalizar se comparan las dos orejas para verificar que hayan quedado lo más simétricas posibles y que el resultado esté acorde a las solicitudes del paciente.
Si la cirugía se realiza para acercar las orejas al cráneo porque se encuentran muy separadas, se realiza otro procedimiento, que trata básicamente de colocarlas más pegadas, retirando una parte del tejido de la piel en la parte posterior. Luego se delimita la zona donde se va a doblar la oreja y se suaviza el cartílago para poder darle forma, realizando las suturas correspondientes para que quede en una posición fija.
Terminada la intervención, se comienza a vendar el área por alrededor de la cabeza durante las próximas dos o tres semanas; se recomienda utilizar una banda elástica que conserve la nueva forma de las orejas para no perder los resultados conseguidos con la cirugía.
Los vendajes que se utilizará por primera vez después de realizar una otoplastia se dejarán de dos a tres días, que luego podrán cambiarse por otros más suaves. Es importante mantener la zona protegida por dos razones: la primera para evitar que posibles agentes bacterianos puedan entrar en las heridas que aún no han cicatrizado del todo y crear alguna infección o malestar y la segunda, para que las orejas no pierdan la forma que se les ha dado, al acostarse a dormir, ya que la almohada puede modificar el moldeo y generar molestias por el tipo de tela que tenga.
Es común que aparezcan algunos morados alrededor del área afectada, pero por lo general desaparecen en dos semanas. La inflamación que queda después de la cirugía puede impedirse manteniendo la cabeza ligeramente levantada; incluso para esto puede optar por dormir con varias almohadas.
Los pacientes deberán dormir en posiciones que les resulten cómodas pero no que comprometan sus orejas como al descansar de medio lado, por lo menos durante algunos días. Las cicatrices que quedarán después del procedimiento serán poco notorias, por lo que no tendrá que preocuparse por ninguna marca poco estética.
Las suturas se retiran por lo general en los próximos 6 o 7 días de acuerdo con la recuperación del paciente, pero la persona puede retomar sus actividades diarias al tercer día de haber realizado la intervención. Lo que sí debe prevenir es el contacto de otras personas hacía esa zona, es decir, evitar choques, juegos o movimientos bruscos por las siguientes 4 semanas, que puedan golpear el área afectada y causarle alguna lesión.
Es importante recordar que todos los procedimientos estéticos deben realizarse en lugares calificados y certificados por la legislación vigente para la prestación de estos servicios. Siempre esté muy atento a las instalaciones, consultorios, salas de cirugía y sobre todo del profesional que lo recibe.
Vele porque este tenga su título a la vista y que además sea apoyado por la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica Estética y Reconstructiva. El cirujano Felipe Castro Esguerra está más que capacitado para llevar a cabo su otoplastia o cualquier otro procedimiento estético.