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La rinoplastia es un procedimiento de cirugía plástica que se realiza con la finalidad de cambiar las características de la nariz. A pesar de que resulte mucho más común escuchar hablar de la operación de nariz para modificar su forma y tamaño persiguiendo resultados estéticos, es un procedimiento que también ofrece beneficios a nivel correctivo, para mejorar el funcionamiento de la nariz. Es gracias a los diferentes efectos que se pueden obtener a través de un procedimiento quirúrgico de este tipo que las razones por las que una persona decide someterse a él son de lo más diversas, incluyendo el tratar problemas de salud, en particular aquellos asociados con una capacidad de respiración deficiente, y no únicamente para mejorar la apariencia del rostro dándole mayor armonía, como se piensa comúnmente.

Para que nuestros visitantes conozcan más acerca de las características de la operación de nariz, dedicaremos esta publicación en nuestro blog a presentarles algunos de los puntos básicos, que recomendamos leer a todas aquellas personas interesadas en someterse al procedimiento antes de tomar la decisión de operarse.

Los pacientes que deciden someterse a un procedimiento de rinoplastia pueden disfrutar beneficios a diferentes niveles, tanto los estéticos como los funcionales. Con los cambios realizados en una cirugía de nariz, es posible mejorar la armonía general del rostro modificando el aspecto de la nariz, así como corregir algunas características que afecten la respiración y que produzcan molestias a otros niveles que disminuyan la calidad de vida del paciente. Por ello, y para obtener los mejores resultados posibles según los objetivos que se persigan con la operación, el cirujano plástico se encarga de hacer una planeación precisa del procedimiento a partir de los intereses del paciente y de sus necesidades, así como de las características de su nariz y de su estado de su salud.

Los objetivos especificados por el paciente y las características de su nariz son clave para definir a qué nivel se realizará la cirugía, ya sea que se deban hacer modificaciones en la forma, tamaño o posición del puente de la nariz, de las fosas nasales, en la punta de la nariz, o de la ubicación de la nariz en relación con el resto del rostro. Con estas modificaciones efectuadas es posible corregir cualquier alteración derivada de golpes y lesiones, incluyendo desviaciones, torceduras y falta de simetría, así como aquellos problemas de desarrollo o congénitos, que además de causar inconformidad con el aspecto, pueden ocasionar problemas respiratorios y padecimientos asociados, como dolores de cabeza y problemas de sueño, entre otros.

Según los intereses del paciente, es posible que la operación de nariz se lleve a cabo en combinación con otros procedimientos quirúrgicos para obtener mejores resultados, principalmente cuando se persiguen objetivos estéticos. Esto se debe a que con procedimientos complementarios es posible obtener resultados más armónicos, aunque es necesario mencionar que también en aquellos casos en que la rinoplastia es correctiva a partir de traumatismos o accidentes, los cirujanos pueden recomendar hacer procedimientos como implantes de mentón. Otros procedimientos comúnmente realizados a la par de una operación de nariz son los estiramientos faciales y las operaciones de párpados, aunque también se pueden incluir otros según los intereses del paciente.

A pesar de que se realice con fines correctivos para mejorar el funcionamiento de la nariz, los beneficios estéticos son los que resultan más evidentes con este procedimiento, siendo esta una de las razones por las que comúnmente se asocie a la operación de nariz con lo estético. Como es de esperarse, los cambios efectuados en la forma y tamaño de la nariz, necesarios también para mejorar su funcionamiento, son los que resultan visibles pues le dan un aspecto más armónico al rostro gracias a que trabajan con la simetría y la proporción del tamaño y forma de la nariz en relación con la boca y los ojos.

Es precisamente por ello que el cirujano debe hacer una planificación del procedimiento partiendo de las características de la nariz y en general de la forma del rostro y por lo que se recomienda contratar los servicios de un profesional calificado con experiencia en realizar este tipo de procedimientos. Cada cirugía de nariz debe responder a las necesidades individuales de cada paciente, y contar con un diseño adecuado para que los resultados sean satisfactorios, y en aquellos casos en que se deja el trabajo en manos de alguien que no cuenta ni con el conocimiento ni con la experiencia necesarios, se incrementan los riesgos de complicaciones durante la operación y el proceso de recuperación, así como de que los resultados no sean los esperados.

Nuestra recomendación general es que, antes de seleccionar un cirujano, comparen diferentes opciones y que acudan a una entrevista para familiarizarse con su trabajo y solicitar toda la información referente al procedimiento. Es fundamental tomar una decisión informada, esto evitará sorpresas durante el proceso y con los resultados después del tiempo de recuperación, y en todo caso un cirujano profesional les hablará claramente sobre las expectativas realistas que se pueden tener y le dará un seguimiento a su caso durante la recuperación para atender cualquier problema que llegara a presentarse. Seguir las indicaciones de preparación para la cirugía y las de cuidados postoperatorios y durante el proceso de recuperación es fundamental para reducir riesgos y obtener los mejores resultados posibles, recomendamos que antes de la cirugía también consulten con el cirujano información referente a estos aspectos.

Para finalizar conviene que mencionemos que no todas las personas son buenas candidatas para someterse a una cirugía de nariz y es el cirujano especializado quien, a través de una serie de exámenes y pruebas médicas, determine si es una buena opción o no, realizar el procedimiento. Pacientes con determinadas enfermedades, como hipertensión arterial y diabetes, con hábitos de tabaquismo, entre otros, no suelen ser buenos candidatos ya que pueden presentar mayores riesgos de complicaciones durante la cirugía, aunque si sus padecimientos están controlados y realizan algunas modificaciones en sus hábitos, es posible que la opinión del cirujano cambie.

Esperamos que esta información les sea de utilidad. Les recordamos que elegir un cirujano calificado con experiencia es fundamental para el éxito de un procedimiento de rinoplastia y el Dr. Felipe Castro Esguerra, además de cumplir con estos requisitos, se caracteriza por ofrecer un trato humano de calidad y la mejor atención. Si desean solicitar mayor información sobre este y otros procedimientos de cirugía plástica o agendar una cita, no duden en ponerse en contacto con nosotros, con gusto los atenderemos.